El déficit comercial de Estados Unidos pulveriza nuevos récords por culpa de los aranceles de Donald Trump

    El objetivo de Donald Trump con sus aranceles es reducir el déficit comercial de Estados Unidos. Por ahora, sin embargo, está consiguiendo justamente lo contrario. Empresas y consumidores han acelerado sus compras ante el temor a los nuevos impuestos y el desfase comercial de los primeros tres meses del año no tiene precedentes. En marzo, el déficit comercial se disparó un 75% en comparación con el mismo mes del año anterior, básicamente por el aumento de las importaciones, según los datos provisionales avanzados por la oficina del Censo de Estados Unidos.

    La primera economía del mundo importó bienes por importe de 342.746 millones de dólares en el primer trimestre, un aumento del 31% con respecto al mismo mes de 2024, con datos desestacionalizados. Mientras, las exportaciones al exterior fueron de 180.761 millones de dólares, un 6,8% más. Como consecuencia de eso, el déficit se disparó un 75%, hasta los 161.985 millones de dólares, una cifra sin precedentes en la historia de Estados Unidos.

    En los tres primeros meses del año, el déficit comercial suma ya 464.475 millones de dólares, un desfase que lastra el producto interior bruto estadounidense, en el que las importaciones restan y las exportaciones suben.

    En marzo se dispararon especialmente las importaciones de bienes de consumo, un 55,5%, pero también los suministros industriales, un 37,8%, siempre según los datos adelantados del Censo.

    La impresión es que las empresas y consumidores adelantaron las compras ante de la llegada del mal llamado tercer Día de la Liberación, el 2 de abril, cuando Trump declaró la guerra comercial al mundo con una subida de los aranceles hasta los niveles más altos en más de un siglo.

    Aunque el presidente ha ido rectificando y parcheando su política comercial ante la presión de los mercados —rebajando los aranceles a gran parte de los países, concediendo excepciones y buscando ahora desescalar el conflicto con China—, todavía siguen en vigor impuestos a las importaciones mucho más altos que los que había en marzo.

    Las empresas aprovecharon y adelantaron los compras, esquivando el golpe arancelario, según se deduce de las cifras. El aumento del agujero comercial estadounidense es en gran parte un daño autoinfligido por las autoridades. Aun así, tenderá a corregirse o compensarse en meses sucesivos.v